HISTORIA
L'Amuravela es una de las costumbres más antiguas de Cudillero, heredada de generación en generación, como una demostración de la especial devoción que el pueblo pixueto siente por su Patrón San Pedro.
No se sabe exactamente cuándo fue el comienzo de esta tradición. Según diversos comentarios y estudios, podría datar de hace más de 400 años, época en que tuvo lugar la construcción de la Iglesia. Durante esa época habían vuelto los marineros que acompañaron a D. Alvaro Menéndez en la Conquista de la Florida, embarcados en una nave construida en Cudillero, "El Espíritu Santo". Durante ese viaje aprendieron el saludo que se hacía al Almirante y quisieron hacer lo mismo con su Santo Patrono.
Podemos decir que L'Amuravela es una crónica en verso de los acontecimientos de la villa pixueta y del mundo, llena de gracia e ironía.
Entre sus primeros recitadores podemos destacar a : Xuaco Gaitano, Unvela, Xustín y Felipón.
L'Amuravela se suspendió varias veces por oposición de los párrocos, lo que daba lugar a diferentes cánticos y danzas en defensa de la misma.
Uno de los primeros problemas surgidos ocurrió a mediados del siglo XIX, cuando al regreso de la procesión, los marineros pretendían que el Santo siguiera su trayectoria hacia la Ribera y el cura, con algunos feligreses, pretendía que regresara a la Iglesia. Al final se mantuvo la tradición y una vez terminado el acto, los marineros cantaban
"Si el señor cura no quiere,
que Felipe eche el sermón,
que renuncie de este pueblo,
y que nos deje el Patrón.
Posteriormente tuvo lugar el segundo incidente cuando "Xuan de la Cuca", recitó unos versos duros, a juicio de la Iglesia, dirigiéndose a San Pedro :
Si falta pescao o pan,
d'un sablazo vas al suelo,
cojo las llaves del cielo
y se las doy a San Xuan"
Fue entonces cuando surgió la copla más conocida de L'Amuravela y que ha pervivido a lo largo de todos estos últimos años :
Mientras Cudillero viva,
ya duri la fuenti'l Cantu,
va San Pedro a la Ribera,
con todos los demás Santus.
Desde entonces, aunque se seguía celebrando la procesión llevando el Santo a la Ribera no había Amuravela.
Durante el año 1913 se intentó reponer pero no fue así.
En 1946 se recuperó esta gran tradición: el Alcalde de Cudillero llega a un acuerdo con el cura de entonces, para que se recitara L'Amuravela sin la presencia de San Pedro.
Una de las personas que más ha hecho para que esta tradición se mantuviera ha sido Elvira Bravo, autora del Sermón desde 1947 hasta su muerte en 1986.
Otra de las personas destacadas en la labor de recuperación y mantenimiento de L'Amuravela ha sido Juan Luis Alvarez Bravo "Totó" (hijo de Elvira Bravo), recitador durante 32 años. En el año 1983, "Totó" tomó la decisión de dejar L'Amuravela. Diversos acontecimientos le obligaron a continuar hasta 1984, pero ya buscando un sustituto.
Al año siguiente, 1985, Cesáreo Marqués Valle toma el relevo y desde entonces es el actual recitador de L'Amuravela. Desde el año 1995, también es su autor. Gracias a su amor a Cudillero, esta ancestral tradición no se ha perdido y en su ánimo está mantenerla y promocionarla todo lo que se merece.
El día 29 de Junio de 2005, se convierte en una fecha histórica: se recupera una tradición durante más de un siglo anhelada por todos los pixuetos y muy especialmente, en los últimos años, por su actual autor y recitador, Cesáreo Marqués : la presencia de San Pedro.
Recordando un poco la historia, nos encontramos con un artículo del diario El Comercio (Gijón), con fecha 3 de Julio de 1884, el cual explica, que el 29 de Junio de 1884, el recitador de L’Amuravela, “Xuan de la Cuca”, a través de algunos versos del Sermón, desencadena un enfrentamiento con el Clero de aquella época, que ve en todo ello una conducta irreverente hacia la imagen de San Pedro, presente en el acto, en la Ribera, como tradicionalmente venía sucediendo todos los años.
Aquella fecha, marcó un tiempo excesivamente largo sin San Pedro, pues al año siguiente (1885), la imagen, y hasta este año 2005, no ha estado presente en el Sermón.
Las reuniones previas, en las que participaron la Comisión de Festejos, Cesáreo Marqués, Comunidad Parroquial y el párroco D. José Pérez Barcia, fructificaron con un acuerdo histórico para Cudillero, pues si es historia la ausencia, ahora lo es la presencia de San Pedro, con todos los demás Santos en la Ribera, para escuchar el Sermón.
ACTUALMENTE
Durante cuatro días se celebra las festividades de San Pedro, San Pablo y San Pablín.
El día 29 de junio celebra la onomástica de San Pedro con una singular ceremonia humorístico-religiosa que ha merecido ser declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1976, L"Amuravela. San Pedro era pescador, según los evangelios, de ahí que sea patrón de los marineros, siendo Cudillero un pueblo muy relacionado con el mar.
La jornada comienza con unos marineros asturianos decorando una barca. Engalanada con cintas y banderas de colores, a cada lado de la borda se sujetan dos grandes muñecos destinados a consumirse en el fuego al final de la ceremonia. A continuación, la imagen de San Pedro junto a las de San Francisco y la Virgen del Rosario, son llevadas a hombros desde la iglesia al puerto en una procesión animada por gaitas y tambores en la que participa todo el pueblo.
Durante el camino, un individuo danza grotescamente ante el santo. Se trata del maestro de ceremonias que, ataviado de militar decimonónico (chacó, casaca verde, pantalón blanco, sable y todo tipo de ribetes), arranca las risas de los asistentes. Él es quien tiene el privilegio de colocar a San Pedro a bordo de la barca y de clamar en pixueto (variante local del bable) los versos oficiales:
"En el nombri de Jesús
y la Virgen soberana
vou ichar l"amuravela
comu San Pedro esperaba"
Luego ordena la maniobra: "¡Amura vela! ¡Isa vela! ¡Fuego a babor! ¡Fuego a estribor! ¡Viva Pedro!" Y, tras desplegar el velamen, los muñecos antes mencionados quedan envueltos en llamas en medio de una traca pirotécnica. A continuación San Pedro es devuelto a la iglesia.
Antes, un recitador ha contado también en verso los acontecimientos ocurridos durante el año en el pueblo y pedido para el presente. Este sermón fue motivo de enfrentamiento entre los vecinos y los curas locales, que lo consideraban irrespetuoso hacia San Pedro, consiguiendo proscribirlo desde finales del siglo XIX hasta 1946, en que se llegó a un acuerdo. Las rimas que habían desatado la polémica fueron:
"Si falta pescao o pan
d"un sablazo vas al suelo;
cojo las llaves del Cielo
y se las doy a San Xuan"
